Lunes 6 de enero de 2020 – Nos vemos más tarde


Aquí está la niña garrapata dolida por la realidad inexorable de que te vas, queriendo robarte los últimos minutos sabiendo que estás a pocas cuadras, en casa de tu madre. Tengo que conformarme con los mensajes que nos enviamos mientras acomodás tu ropa, tus emociones, tu vida en valijas. Te conocí sabiendo que estabas de paso, aunque ello no inhibe a mis ganas arrebatadas de correr a buscarte, abrazarte y besarte como si la vida se me fuera en ese instante.
No te vayas, Hombre Luz.
– Ya lo sabías, Amelia. Soy expatriado, estoy en Buenos Aires por unos días.
– No quiero despedirme, Lucimán. 

Soltar, desprender, renunciar a la esperanza de alcanzar algo, decir una expresión de afecto para separarse de alguien. La Rae parece mi enemiga, mejor me quedo con tu acaramelado “nos vemos más tarde” y aquel último café. Se me pasa la mañana visitando ferreterías, buscando herramientas para el taller de tapicería, omitiendo la probabilidad de que no voy a encontrar nada de lo que busco. Me envías una foto con tu madre anunciando que ya estás en el aeropuerto. Sos tan tan lindo.

Te adoro, me decís.
– Te quiero como a nadie, te digo.

No exageres que tenés alta familia, Amelia.
Pero una cosa no invalida a la otra, Lucimán.

Nos mandamos gifs, memes  y bobadas. Me llamás por teléfono. Volver a escucharte me cambia la tarde. Te parece un montón que diga eso. Pero es lo que es. Qué hermoso que sos, todo vos. Mi maremágnum emocional no cabe en ningún texto. Me parte el alma que te vayas tan pronto. Te veo más tarde, Lucimán.


Martes 7 de enero – Jet Lag – Las ganas de vos, en loop

Tu vuelo continuado nos hace perder noción del tiempo. Te extraño una banda del Golden Rocket. Es raro no verte dos días, pero es lo que hay. Hablamos de la soledad del exilio y de sentirse solo aún estando entre los tuyos. Se cuelan canciones, muchas. La Mona Jimenez, Abel Pintos, Sergio Denis son solo algunos de los artistazos que nos acompañan neutralizar el drama. Pasaron 14 horas. I just want you close, where we can stay forever, repaso la letra de esa canción, te la canto en un video que vas a abrir cuando llegues a destino. Cada canción que compartimos forma parte de la playlist que ya te anuncié, porque lo cursi no se me quita así nomás. Se cuelan tus chistes que aflojan mi intensidad. Dormir no es una opción si queremos evitar que te pierdas la conexión a Lux. Tus descargas energéticas desvirtúan la charla.
– Quiero todo con vos, Lucimán.
– Todo con el detalle de que vivo un poco lejos.

Me pinchás la nube rosita.
– No me importa, sos lo que yo quiero, aunque suene a capricho amelístico.

Esta es una canción para ti:

Cuando me llamó allá fui
Cuando me di cuenta estaba ahí
Cuando te encontré me perdí
En cuanto te vi me enamoré…

Fuckin’ L, este tema lo escuchamos en tu cama temporal. Me hacés pasar de la risa a la lágrima en microsegundos, o lucisegundos. Sí, ya tenés una unidad de tiempo. Una hora después, me enviás tu primera foto en Lux  y yo la mía desde Malvinas Argentinas. No me figuro la distancia que nos separa.

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