Te lloré con un cantante de voz ronca en modo repeat, recordando tu sonrisa y el brillo sincero de tus ojos. Duele lo que no pudimos y sana la esperanza de pensarnos felices en caminos paralelos. Lo intentamos. Hoy abrazo sueños y proyectos que escribo entre tareas realizadas y a realizar. Analizo mis inquietudes y mis miedos. Me pregunto qué aprendí y aprehendí. No soy la misma que antes de conocerte y vivir un pedacito de vida juntos. Crecí, crecimos. Aunque nos parezca imperceptible, aunque pensemos que no hemos hecho grandes cambios. No hace falta patear el tablero, tatuarse o cortarse el pelo. La transformación sucede. Podemos pensar que no hay nada más por hacer, asumir la situación que nos toca o activar la mente y el cuerpo para ir en busca de una versión mejorada de cada uno.
Todo me ha costado mucho desde que tengo uso de razón, pero ya no lo sufro ni lo padezco. Es cierto que me cuesta soltar y a veces me resulta un fastidio mi naturaleza sensible. Porque soy muy arraigada, extremadamente miope*, demasiado pensante o locamente impulsiva. Pero estoy acá haciéndome cargo de mi humanidad. Toco la superficie y me sumerjo en la historia que escribo en este archivo, en el cuaderno rojo de hojas gruesas, en las servilletas de bar que raspan los labios. Miro el sol que cae en la tarde y agradezco este jueves de diciembre que antecede al año que termina. El 2017 me deja un cajón de experiencias que me traen hasta este estado de emociones alteradas. Siento el espesor de la saliva al tragar. Es angustia, angostura, estrechez. Me achica, me estruja, me encoge el cuerpo y el corazón. Escribo con las lágrimas al filo de las letras, porque no me siento lo suficientemente distante del texto. Pero no borro, no anulo, no reescribo. Dejo correr las palabras que siguen componiendo la obra, que son y serán parte de mí.
*Incapacidad para ver cosas que son muy claras y fáciles de entender o para darse cuenta con perspicacia de algún asunto.
Te felicito..no se nada de literatura pero lo que escribiste me llego al punto de situarme en ese mismo lugar. Me encanto!!
Hola, Jose: muchas gracias por pasar a comentar, me alegra saber que pudiste sentir esa empatía con lo escrito. No hace falta saber de Literatura. Esa es la idea de este blog, contar experiencias en las que otros puedan encontrarse, al menos en un sentimiento, una sensación. Cariños, Amelita.
Que grata sorpresa ver que acusaste recibo de mi comentario el cual no tenia mayores pretensiones que expresar la abrupta y espontanea necesidad de manifestar lo que me
habías hecho sentir. Gracias
Me encantaría saber quien es ese «cantante de voz ronca» de ser el que yo pienso sería la identificación perfecta…