Me propongo tomarme el tiempo que necesite para detenerme un instante a mirar a mi alrededor y valorar las cosas bonitas de la vida.
Me propongo sentarme a escribir cada vez que tenga ganas de compartir algo.
Me propongo no escribir cada cosa que no me anime a expresar con mi voz.
Me propongo decir «gracias» cada vez que lo sienta.
Me propongo decir «te quiero» cada vez que sienta.
Me propongo vivir cada momento y disfrutar de estar viva.
Me propongo ser auténtica.
Me propongo amigarme con mi costado más oscuro.
Me propongo mirar hacia atrás y rescatar las experiencias que me fueron dando forma.
Me propongo dejar que la vida me atraviese y me permita sentir, desear, amar, sufrir, llorar, putear, hablar, escribir, cantar, volar.
Me propongo nunca dejar de proponerme.