De vez en cuando, las revistas que rinden culto a la imagen, a los cuerpos perfectos durante todas las estaciones del año, a las mujeres como objetos de deseo, emiten informes como este, publicado en la versión online de la revista, que merecen difusión.
Me pregunto si no somos nosotras, las mujeres, las que nos horrorizamos por las noticias como la muerte de Romina Yan, pero también las que buscamos el defecto en nuestras pares que aparecen constantemente escasas de ropa, presas de una perfección perversa que va en contra de la ley natural, en contra de la vida misma.
Hoy ser saludable no implica hacer caminatas diarias y comer y llevar una vida sana. El límite entre saludable y excesivamente saludable es más estrecho de lo que uno puede imaginar.
No nos engañemos con la imagen de perfección que vemos a diario, porque ella puede ser producto de una receta que incluye buena genética, dietas estrictas, actividad física excesiva, visitas reiteradas al quirófano minimizadas como “retoquecitos” y magia de fotografía digital.
Números publicados en el informe de Gente:
– Cada semestre crecen un 100% las consultas espontáneas de los padres preocupados por saber si sus hijos de 3 a 10 años sufren bulimia y anorexia.
– 1 de cada 10 chicos de 10 a 18 años sufre bulimia y anorexia.
– El 9% de la población femenina en edad escolar padece bulimia y anorexia, y el 26% un desorden alimentario.
– El 2% de la población masculina en edad escolar padece bulimia y anorexia, y el 12% un desorden alimentario.
– No existen estadísticas respecto de personas de 19 años en adelante -a partir de esa edad, por vergüenza, se esconde la patología-, pero sí cifras que sostienen que el 29% de la población argentina sufre de desorden alimentario, superando los números de naciones como Alemania, Polonia, Hungría, Italia, España, Gran Bretaña, Sudáfrica, Austria, Israel, China, Pakistán, Egipto.